Según las investigaciones, Llamas Ríos solicitó los servicios de un mecánico para destruir uno de los vehículos utilizados en el robo, un Citroën Jumper blanco, el cual fue encontrado incinerado posteriormente en una zona despoblada de Minga Guazú. Además, se presume que el suboficial ocultó su propio vehículo, una Toyota Hilux negra, en el interior de un taller mecánico, sospechando que su vivienda podría ser allanada por las autoridades.

El fiscal Orlando David Quintana argumentó la gravedad del hecho y el riesgo de que el imputado pudiera obstruir la investigación al solicitar la prisión preventiva. Además de Llamas Ríos, otras tres personas han sido imputadas en relación con el caso: Fabio Donaldo de Moraes Schultz, quien se encuentra encarcelado, y Fabricio Jonathan Álvarez Ayala y Daniele de Souza, quienes están prófugos y han sido declarados en rebeldía.

El robo tuvo lugar entre la noche del 4 y la madrugada del 5 de febrero de 2024, cuando un grupo de criminales cavó un túnel para acceder al local de los cambistas y forzar las cajas de seguridad, sustrayendo una gran cantidad de dinero. El túnel iniciaba en un local que simulaba ser una ropería, llamado “Danielle”, ubicado a una cuadra y media de distancia.

Aunque el monto exacto sustraído no ha sido determinado, debido a que muchos de los afectados prefirieron no denunciar el hecho, se estima que el robo podría alcanzar los 15 millones de dólares. El dinero utilizado por los cambistas a menudo es prestado por otros comerciantes de la zona, lo que dificulta aún más la cuantificación de las pérdidas.