El pasado martes 30 de marzo se apersonaron en una estación de servicios del emblema Petromax, propiedad de un ciudadano brasileño, identificado como Tiago Destri, agentes policiales del Comando Tripartito, sección policial, encabezada por el oficial inspector Fernando Ariel Ruiz Díaz Ortega, agente del Departamento de Investigación de Delitos de la Policía Nacional y el suboficial César Horacio “Pirulo” Medina, quien también integra el Grupo Especial de Operaciones (GEO) de la Policía Nacional.

Los mismos presuntamente buscaron drogas y armas en el local allanado, sin embargo, no contaban con ninguna orden judicial para el efecto. Tampoco estuvo presente algún agente del Ministerio Público, de acuerdo con  los datos proporcionado por fuentes fidedignas a La Clave. No trascendió si el propietario del surtidor, el brasileño Tiago Destri, un acaudalado empresario de la zona, finalmente pagó algo en el marco de este operativo claramente extorsivo, que no figura en los registros oficiales de la Policía ni del Ministerio Público. Tampoco los intervinientes informaron si encontraron algo de lo que presuntamente buscaban.

“PIRULO”, EL EXPERTO

El suboficial César Horacio “Pirulo” Medina es considerado un “experto” en este tipo de operativos. El mismo figura en dos departamentos de la Policía (GEO y Comando Tripartito), además es dueño de la empresa de seguridad privada, denominada SAG, Segurity Advance Group S.A., cuya base está situada en el barrio Boquerón, frente mismo a la sede de la Dirección de Material Bélico (Dimabel) de las FFAA.

Fuentes policiales aseguran que el mismo prácticamente nunca trabajó como policía, sino más bien es un planillero, que solo aparece “para la foto” en eventos importantes y para percibir religiosamente sus haberes cada fin de mes. Sin embargo, siempre está muy bien posicionado ante sus superiores, quienes lo utilizan para este tipo de “operativos” especiales.

En marzo del 2019, fue detenido juntamente con un personal militar, por supuesta extorsión a un brasileño. El mismo, además es considerado un verdadero “potentado”, quien, pese a su limitado sueldo de suboficial policial, es dueño de una mansión y bienes incalculables, de acuerdo con los datos.