“Yo trato de objetivar las variables que asisten a un problema. Es decir, tenés o no tenés fiebre, ser objetivo”, explicó. Agregó que hay documentaciones que salpican al expresidente y es su derecho y obligación dar su versión.

Asimismo, dio a conocer los dos ejes de los cuales se desprenderían las preguntas a ser realizadas, en caso de que se presente:

Lo primero: “El manejo institucional durante su Gobierno, que contribuyeron a la fragilidad institucional que hoy tenemos y disminuyeron la capacidad de persecución y control de ciertos ilícitos”.

Segundo lugar: “Su rol de empresario vinculado a un área que está muy relacionada al delito precedente del lavado de dinero, que es el tráfico ilícito de tabaco y sus derivados”.

“Sabemos que existe esta industria, hay tráfico ilícito de cigarrillos y hay documentaciones que señalan que somos responsables del 13 a 14% de tráfico ilícito de cigarrillos en el mundo”, enfatizó, justificando la importancia de que el ex jefe de Estado hable.