Los alijos de droga fueron trasladados hasta una propiedad rural ubicada en el Distrito de Trinidad, donde en presencia de representantes del Juzgado y el Ministerio Público se llevó a cabo la quema.

Con esta acción se cierra definitivamente el ciclo en la lucha contra el narcotráfico, dejando fuera de circulación el producto de renta de los esquemas criminales. El valor de lo destruido, en territorio paraguayo, ronda los 500 Mil Dólares Americanos. En otros países de la región, su cotización supera los 4 millones de dólares.