“Esta reducción de la pobreza extrema informada por Cepal es artificial y ya terminó, los números empeoraron”, advirtió Enrique López Arce.

Argumentó que los únicos factores que incidieron en esta disminución fueron los subsidios como Pytyvô y Ñangareko en su momento y también las ollas populares.

“Este fenómeno fue solo temporal y por un pequeño lapsus, en realidad tanto la pobreza como la pobreza extrema aumentaron como en todos los países de la región”, señaló.

Desde el inicio de la pandemia y la declaración de cuarentena en marzo del 2020, el Ejecutivo dispuso medidas de asistencia económica para sectores informales y formales.

Para los primeros, programas sociales como Ñangareko y Pytyvô, consistente en transferencias de dinero a sus billeteras electrónicas. Además, la cobertura de la tarifa de servicios de electricidad y agua durante más de seis meses, para los ususarios de bajo consumo.

Para los formales se entregan hasta hoy compensaciones económicas a los trabajadores con contratos suspendidos a través del IPS. Todos reciben el 50 % del salario mínimo. También se previeron créditos a emprendedores a través de Fogapy.