El dúo, integrado por Liliana y su hermano Rubén Barua, marcó la década de los 80 con su talento. Desde temprana edad, bajo la guía de su padre, Ignacio Barua, los hermanos recorrieron las comunidades rurales del departamento de Concepción, llevando alegría y cultura con sus presentaciones.

Liliana Barua, quien además era esposa y madre, pertenecía a una familia reconocida por su legado artístico. Su repentina partida deja un vacío en el corazón de sus seres queridos y en la memoria cultural de la región.

El nombre de Liliana y su aporte al arte popular seguirán siendo recordados por aquellos que disfrutaron de su música y por las nuevas generaciones que mantienen viva la tradición.