Al menos siete personas murieron, incluido el atacante, y otras 14 resultaron heridas. Sylvain dijo que las ADF, vinculada a Estado Islámico, había activado una "célula durmiente” para llevar a cabo el ataque. Las ADF no reivindicaron, de momento, el ataque. La alcaldesa Narcisse Muteba Kashale, que también es coronel de policía, dijo que entre las víctimas había, al menos, dos niños. Los heridos fueron llevados al hospital local, añadió.

"Se están llevando a cabo investigaciones para encontrar a los autores de este ataque terrorista”, dijo en declaraciones a la prensa. La ciudad ha sido durante mucho tiempo el objetivo de los rebeldes de las Fuerzas Democráticas Aliadas, o ADF, un grupo que tiene sus orígenes en la vecina Uganda. Pero la rama local del grupo Estado Islámico se atribuyó la responsabilidad de dos explosiones en Beni en junio, lo que profundizó los temores de que el extremismo religioso también haya arraigado allí.

Tras aquellos atentados, incluido el primer atentado suicida en la región, fuentes de Estado Islámico detallaron que los ataques tenían como objetivo a la población cristiana. La otra explosión de ese día se produjo dentro de una iglesia católica e hirió a dos personas.

lgc (dpa/ap/reuters)