“Es un proceso largo erradicar ese estado de cosas, no solo debe implicar al estado sino a todas las autoridades locales”, señaló.

Comparó el escenario de la capital de Amambay con Medellín de los años 80 cuando dominaba Pablo Escobar. En esa ciudad colombiana la tasa de homicidios sigue siendo 24 por cada 100.000 habitantes después de años de tratar de disminuir, en Paraguay si bien no llegamos a eso, de nada sirve hablar de estadísticas a los familiares de quienes mueren.

Este proceso de tratar de eliminar el crimen organizado será duro, habrá caídas y derrotas y ayer, lastimosamente tuvimos una derrota, según dijo.