Tampoco dio muestras de un nuevo entendimiento sobre la presión económica de los estadounidenses. Justamente, en la tarde de este martes anunció que había ordenado a su equipo cesar todas las negociaciones para un nuevo paquete de estímulo. La medida hizo que el mercado de valores cayera en picada. Además desconcertó a los republicanos de alto nivel, que vieron pocas ventajas en descartar públicamente las conversaciones.

La imagen que surgió fue la de un presidente que todavía niega profundamente la salud. Adicionalmente, las realidades económicas de una crisis de meses.

Fue una estrategia política inusual para un candidato que recibe bajas calificaciones en su manejo de la pandemia. Y que ha tenido problemas para demostrar empatía por los millones de estadounidenses afectados.

Podría hablar a la nación

Por el contrario, Trump señaló que estaba ansioso por regresar a la campaña electoral. Esto, a pesar de que el virus está arrasando con su personal. Mientras también medita sobre dar un discurso a la nación, tal vez incluso a finales del día.

«Anticipo que tendrán noticias suyas en algún momento de hoy», dijo la directora de comunicaciones Alyssa Farah, una de las pocas asistentes que acudió a trabajar presencialmente este martes, a los periodistas en la Casa Blanca.

Trump estaba preparado para grabar un video en la tarde del martes desde su nuevo lugar de trabajo en la Casa Blanca, probablemente la Sala Diplomática, pero no tiene planes de pronunciar un discurso en vivo, dijeron dos funcionarios familiarizados con el plan.

La atmósfera dentro de la Casa Blanca fue descrita por un funcionario como «caótica», en gran parte porque muchas personas trabajan de forma remota y el presidente toma las decisiones.

En momentos en que el Ala Oeste está en gran parte vacía porque el personal sigue dando positivo, Trump permanece aislado en la residencia de la Casa Blanca. Allí se instalaron oficinas temporales junto a la sala médica del sótano del edificio.