El teniente coronel Israel Demogalsk señaló que los militares involucrados en la operación se concentran también en la cabecera del Puente de la Amistad, donde la fiscalización y la seguridad fueron reforzadas. Ayuda en el abordaje de vehículos particulares, furgonetas, taxis, mototaxis y buses del servicio interurbano que circula entre Foz de Yguazú y Ciudad del Este.

Brasil, en los últimos años, viene movilizando a sus tropas para ayudar en la seguridad y el combate a delitos transnacionales en zona de frontera. Anualmente en esta región de la triple frontera, Brasil despliega tropas desarrollando operaciones como Frontera Sur y Ágata. Esta operación en particular no tiene un nombre, tampoco se dio a conocer el tiempo de duración.

La 5ª Brigada, bajo el comando del Gral. Sergio Manoel Martins Pereira Junior, coordina un equipo de combate multidisciplinario, con 12 organizaciones militares instaladas en varias ciudades de los estados de Paraná y Santa Catarina, que reúnen más de 5 mil soldados. 

La fiscalización de personas, vehículos y embarcaciones fue reforzada, teniendo en cuenta todos los cuidados sanitarios contra el Covid-19. El control se extiende en un radio de 150 kilómetros, paralela a la línea divisoria terrestre y por agua.

POR AGUA

Igualmente, en las aguas del río Paraná y el lago Itaipu se reforzaron los controles para frenar la actividad de puertos clandestinos que operan a plena luz del día. El objetivo es combatir las redes de traficantes de armas y drogas que operan impunemente en la región. Se estima que unas 15 toneladas de marihuana cruzan hacia el lado brasilero mensualmente, a través de puertos clandestinos instalados en Ciudad del Este y Hernandarias

 A lo largo de este año se realizaron varios procedimientos, principalmente en el lado brasileño lográndose grandes requisas, lo cual revela el volumen de droga que circula en la frontera. La Policía Federal del Brasil señala que el volumen de tráfico de marihuana en esta región fronteriza crece peligrosa y vertiginosamente.

 Una vez que la carga haya cruzado desde Paraguay, en el lado brasilero los traficantes utilizan una infinidad de formas para el traslado de la carga ilegal hacia los grandes centros de consumo, como São Pablo y Río de Janeiro.

Los puertos clandestinos operan a plena luz del día, el Ministerio Público rara vez los interviene y la Marina paraguaya directamente no los ve, pese a los delitos cometidos. En solo en el río Paraná se estima que existen al menos 20 puertos operando con total impunidad.

INTERVENCIONES

Diariamente se reportan procedimientos en territorio brasileño, donde son decomisados, además de drogas, armas y mercaderías de todo tipo, que son llevados en grandes cantidades. Estos procedimientos en más de una ocasión generaron enfrentamientos en las aguas del Paraná.

 En territorio paraguayo, en los barrios Catedral, San Miguel y Remansito, los traficantes imponen su ley. En dichos sectores de Ciudad del Este, los vecinos observan todos los días cómo lujosas camionetas transitan por las polvorientas calles llevando cargas, pero cuando alguien les pregunta acerca de personas desconocidas nunca vieron nada ni saben lo que pasa en la zona. Se estima que el 90% del tráfico de drogas y armas, al igual que el contrabando, en la frontera entre el Paraguay y Brasil se materializa a través de estas vías.