El nuevo recapturado es el brasileño Murilo Rodrigues Nogueira, de 26 años, quien estaba preso por asociación criminal, aunque también investigado por homicidio.

El convicto en fuga fue atrapado el viernes último por la Policía Militar cuando se bañaba con algunos familiares en aguas del río Paraná, en la zona de Três Lagoas, estado de Mato Grosso del Sur, a 580 kilómetros de Pedro Juan Caballero.

El brasileño, quien es soldado del grupo criminal Primer Comando da Capital (PCC), había sido capturado el 23 de diciembre de 2017 en Pedro Juan Caballero, por policías de Investigaciones, a quienes atacó a tiros con una pistola calibre 9 milímetros.

Murilo iba en un coche con otros dos hombres y dos mujeres, todos de la misma nacionalidad. El rodado sospechoso fue perseguido por los agentes hasta que el grupo de brasileños fue alcanzado y reducido.

Días después, justo cuando Murilo y su grupo iban a ser expulsados del país, se corroboró que la pistola que usaba en ese momento el ahora recapturado fue empleada un mes antes en el asesinato del albañil Dionisio Paredes (47), en un atentado en el asentamiento Kokue Pyahu de la zona Industrial de Pedro Juan Caballero, causa a la cual quedó ligado.

Sin embargo, como Murilo es brasileño, y Brasil no extradita a sus connacionales, este ya no va a poder ser traído a nuestro país para ser juzgado por el homicidio del albañil pedrojuanino.

De los 76 presos que escaparon de la cárcel de Pedro Juan Caballero aquella madrugada por un túnel que nacía en el pabellón del PCC y daba a un predio contiguo al penal, 53 quedan aún prófugos. De los 23 recapturados, uno murió. Con Murilo, son cuatro los brasileños caídos en su país, de acuerdo a los datos registrados.