El médico forense Pablo Lemir confirmó que las niñas abatidas en el Norte tenían "11 años y unos meses".

Justificó a su colega, Cristian Ferreira, que aseguraba que uno de los cuerpos no podía tener esa edad. Al respecto dijo que a una primera impresión parecería que uno de los cuerpos está más desarrollados por su diferencia de estatura: 1,65 y 1,55 metros. No obstante, por la característica de los huesos se trata de una niña.

Lemir aclaró que no se encontraron rastros de tortura como ataduras, signos defensivas u otras lesiones. En amabs sí hay impactos de arma de fuego que van con dirección de adelante para atrás y viceversa.

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Se realizaron cortes de la piel para preservarlos, así como también se tomó muestra de ADN del fémur de ambas niñas.

La diferencia entre el estudio de cuerpo en Concepción y este en Asunción solo varía la edad. "Lo demás es todo igual", dijo el forense Lemir.

También habló el fiscal Federico Delfino quien sostiene la hipótesis que las madres de estas niñas son Magna Meza y Liliana Villalba.

"Estas personas que serían sus madres, fueron las que entregaron a las adolescentes al grupo criminal para que se unan a la clandestinidad", aseguró en conferencia de prensa el fiscal.