La Clave reveló un nuevo esquema de ingreso masivo de mercaderías de contrabando y pirateadas por los puertos privados donde funcionan las administraciones aduanera en Ciudad del Este. Se trata de Almacenes Generales Algesa del km 12, donde funge como administrador de Aduana Adrián Giménez; Puerto Campestre, manejado por Robert Eligio Ovelar (hermano del senador colorado Silvio Beto Ovelar), Zona franca Trans Trade, bajo el mando de Miguel Ángel Cocco Valdovinos, y Zona Franca Global, administrada por Nelson Leonor Fleitas. De acuerdo con los datos, los cuatro son antiguos funcionarios de Aduanas que, en varias oportunidades, se vieron involucrados en casos de corrupción, sin embargo, actualmente son considerados “hombres de confianza” del director nacional, Julio Fernández Frutos.

De hecho, fuentes fidedignas aseguran que es imposible que Aduanas no se haya percatado del importante bajón en las recaudaciones, registrado por ejemplo en la terminal aduanera del aeropuerto Guaraní, donde los ingresos de octubre cayeron en un 82%. La excusa de importadores y despachantes es que los costos por estacionamiento de las mercaderías, establecidos por la DINAC, son sumamente elevados, sin embargo, el principal y verdadero motivo es el control integrado, que se realiza mediante convenio suscrito entre el gobierno paraguayo y de los EE.UU., que faculta a la Embajada norteamericana, articulando mediante sus agencias de control aduanero (Protección Fronteriza de EE.UU. (CBP – U.S. Customs and Border Protection) efectuar controles en la aduana del aeropuerto Guaraní, situación que “molesta” a los empresarios importadores, quienes prefieren operar con los puertos privados, que escapan al control del gobierno norteamericano. Por tal motivo, hoy por hoy los cuatro puertos mencionados se convirtieron en las principales puertas de acceso de contrabando y productos pirata al país.

Las fuentes indicaron que, al registrarse esta situación, Aduanas debió reaccionar de inmediato y extender los controles de los norteamericanos también a los puertos privados, el no hacerlo implica complicidad con contrabandistas e importadores de piratería, aseveraron. Si bien el director de Aduanas constantemente se jacta de su “honorabilidad y honestidad”, resulta muy llamativo que mantenga a personajes tan cuestionados en puestos clave, como son las administraciones de las terminales aduaneras en los puertos privados.

Cabe recordar que recientemente, un grupo de aduaneros y secretarios fueron asaltados por un grupo comando en la zona de Ypacaraí. Los mismos venían de CDE, presuntamente con los “maletines”, producto de la recaudación semanal “paralela” que es para “la corona”. Si bien esta situación es negada por las máximas autoridades aduaneras, es un secreto a voces que los maletines siguen “llegando a la capital del país”, producto de las recaudaciones en negro, justamente de operaciones de dudosa transparencia, como las que suceden en las “aduanas privadas” del Este.

Si el Gobierno paraguayo verdaderamente tiene intenciones de sanear esta situación, debe ampliar el convenio existente con la Embajada de los EE.UU., a fin de lograr que los controles sean extendidos a las terminales privadas, que actualmente se convirtieron en el epicentro de la recepción de contrabando y mercadería falsificada.